San Valentín ha llegado, amigos, y como ya sabéis, en Expediente Villa somos unos enamorados de la vida y de las noticias absurdas, así que, hoy les traemos (y quién sabe si mañana publicaremos algo relacionado con San Valentín y el amor y estas cosas algo más) una de estas noticias que van "más allá del amor". Y es que, amigos, esta historia lo tiene todo: peligro, delitos, amor, pasión, sexo... O si no, cómo describirían ustedes una noticia en la que un ladrón termina teniendo sexo con un maniquí?!!
Pues sí, todo eso pasó hace unos diez días en la ciudad brasileña de Jaragua, cuando las cámaras de un centro comercial grabaron a un hombre que había entrado en una tienda a robar, y terminó teniendo sexo con uno de los maniquiés. Según cuenta la noticia, el ladrón entro en la tienda y tras robar unos cuantos objetos, cayó enamorado del maniquí. Imagínense la situación: "yo la miré, tan pálida, tan tiesa... Pero pude ver la pasión en sus ojos... Bueno, realmente no, que no tenía cabeza...". Y ya se sabe, una cosa llevó a la otra... Al principio sólo fueron besos, y claro, como ella se dejaba hacer, pues el hombre empezó a desnudarla, lentamente (joder... me siento como Torbe dirigiendo una de sus películas... y no me gusta!), y tras acariciarla, terminó teniendo sexo con el maniquí... Y no hizo falta que los del CSI se personaran allí para analizar las muestras, porque las cámaras de seguridad le habían grabado en todos los ángulos posibles... como Torbe, vaya... Así que, no fue complicada su detención minutos después. Al ser interrogado, los policías se dieron cuenta de que el ladrón-violador de maniquíes era un adicto a las drogas, por lo que sospechan que debía de ir muy colocado de alguna sustancia en el momento de los hechos... Pero bueno, si es que, hoy en día, quien no folla es porque no quiere! A estas alturas de la película, lo único que nos falta por averiguar es si el maniquí al que sometió nuestro particular ladrón era uno de esos maniquiés de la cadena de ropa norteamericana American Apparel, que tenían vello púbico, haciendo buena aquella frase célebre de "el felpudo de la Cantudo".
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| No es que tengo vello púbico... Es que tiene un gato acostao! |
Les seguiremos informando! Ah, y feliz San Valentín a los premiados... digo... a los enamorados!
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